domingo, 18 de noviembre de 2018

La autoestima no se construye con "alfombras rojas".

“El peor castigo que puede tener una persona, es la rebaja de la autoestima”
                                                                                 Ministra Celaá

Es la primera vez que cito a un político actual, y no es porque no me interese la política, que me interesa mucho, pero mi blog va sobre otros temas. Sin embargo como todo está conectado,  llegó el momento de comentar la situación de la educación actual. Estas declaraciones se produjeron como argumento para defender la obtención del título  de Bachillerato con una asignatura pendiente. La ministra considera que esta medida es una gran ayuda al estudiante para que no se frustre, y , como consecuencia, baje su autoestima. 

¿Qué es la autoestima? ¿ Cómo se rebaja la autoestima?
 ¿ Cómo se construye la autoestima?



Shuttersotck


Según la RAE la autoestima es la valoración generalmente positiva de sí mismo. Para que una persona tenga un concepto positivo de sí mismo, lo primero que tiene que hacer es conocerse, ser consciente de sus fortalezas y debilidades, de sus reacciones en tiempos de  bonanza y en tiempos de  adversidad, y todo esto se aprende viviendo, pero viviendo la vida real. Si construimos un mundo paralelo para nuestros jóvenes, en el que no existen ni  la frustración ni los obstáculos, un mundo de alfombra roja, un mundo irreal al fin y al cabo, impediremos que se conozcan, que se caigan y vuelvan a levantar, y que desarrollen recursos ante la adversidad. Cuando se enfrenten al mundo real, chocarán con él y se quedarán perplejos sin saber que hacer. Entonces si que estarán frustrados. La autoestima no se crea eliminando dificultades, sino dando armas para afrontarlas y levantarse una y otra vez.

El autoconcepto, como todo,   se construye desde el nacimiento. En la infancia son fundamentales el ambiente familiar y escolar, en este orden. Una familia armónica es la mayor fuente de autoestima de niño, y el apoyo del colegio ocupa también un papel importante. Un niño que crece en condiciones emocionalmente favorables, es esperable que se tenga en buena estima, y aunque a lo largo de su vida adulta sufra sacudidas, tendrá recursos para salir adelante y seguir reforzándose.

 En un ambiente familiar y escolar emocionalmente sano se dan las siguientes circunstancias:

  • Se reconocen los logros por pequeños que sean. Consideramos logros los avances que han supuesto un reto, no todo lo que los niños hacen son logros. Para un niño tímido, pedir el pan en la panadería es todo una heroicidad, se le debe reconocer. Sin embargo a un niño extrovertido habrá que valorarle otras cosas.
  • Se debe fomentar y valorar  el esfuerzo y la constancia, independientemente del resultado. A lo largo de la vida se encontrarán con situaciones en las que, a pesar del esfuerzo, no obtengan resultados. Sin embargo si persisten el éxito llegará. La forma de que no decaigan con esas edades, en las que el desaliento llega pronto, es que se sientan reconocidos y respaldados por su trabajo. 
  • Se debe corregir con cariño. El amor es la base de toda educación y por tanto de todo aprendizaje. “La letra con sangre entra” quedó ya superado… está comprobado que un niño temeroso se bloquea y su aprendizaje es a corto plazo. Exijamos, pero seamos pacientes y comprensivos. 
  • Se debe ser firme en lo esencial, flexible en lo accesorio y conscientes de los cambios que se producen en la infancia y la adolescencia. Un niño sin normas claras es un niño desorientado, y un niño desorientado es un niño inseguro, un niño con baja autoestima en resumidas cuentas.
  • Y por último unos padres conscientemente imperfectos, capaces de reconocer errores delante de los niños, y de pedir perdón, contribuyen a normalizar los fracasos como parte de la vida. No solo los niños se equivocan, los adultos nos equivocamos mucho, y aprendemos de ello, ¿Por qué esconderlo? Es mucho mas educativo reconocer los errores, e incluso compartirlo con los niños. Eso si  fomenta la autoestima, y no esconder o maquillar la vida real. 


Todavía no he conocido ningún profesor que, cuando uno de sus alumnos se ha esforzado y trabajado duro, haya impedido que obtenga el título de bachillerato con una sola materia suspensa. Creo que justo este, es un tema que no necesita un cambio de legislación. Hay otros muchos que necesitan no solo un cambio, sino una revolución, así que vamos a centrarnos en lo importante. Ahí lo dejo…


lunes, 30 de julio de 2018

Hay que vivir el presente, el minuto, el segundo...

“Hoy voy a contar las historia 
del arrepentido,
 que viviendo en la memoria, 
se perdió el camino...
Es hermano de ese que anda
siempre en el futuro,
vive temporadas largas
sordo, ciego y mudo”

¡¡Feliz verano a todos!! Os dejo esta  canción de Melendi que merece la pena escuchar atentamente, y poner en práctica...
¡¡Despierta!! 
que cada minuto que pasa se cierra una puerta..
¡Hasta septiembre !




viernes, 6 de julio de 2018

Luces, cámara, ¡acción!

En el año 1932, kodak sacó a la venta  la cámara Super -8. Estaba pensada para uso doméstico y por tanto fue una gran revolución, pues permitía grabar momentos especiales de la vida de las personas, para guardarlas como recuerdo. Este tipo de cámara fue evolucionando y a día de hoy  ya no necesitamos tener una cámara de video. Con solo tener un smartphone, podemos grabar todo en cualquier sitio, en cualquier momento y con una calidad realmente buena. Podemos grabarnos a nosotros mismos, pero también a los demás. Podemos grabar recuerdos bonitos pero también cosas desagradables o desafortunadas. 
Shutterstock

El avance tecnológico en lo que llevamos de siglo está siendo tan rápido, que es muy necesaria una buena formación específica de nuestros hijos.
Las redes sociales tienen mucho bueno, pero también riesgos. Si colgamos lo que nos parece de forma impulsiva, nos exponemos a meternos en un buen lío, o a meter en problemas a los demás. Podemos colgar en tiempo real lo que hemos grabado, y con ello convertir en viral cualquier escena, sea de la índole que sea. Es imposible poner puertas al campo, y tampoco seria bueno, pero si debemos enseñar un uso correcto de las redes. Para vosotros adolescentes y jóvenes, algunos consejos:

Todo empezó con las películas, primero mudas y después con sonido, primero en blanco y negro y después  en color. Cuando se graba una película, los protagonistas, que son actores, se preparan con tiempo, y se meten en el papel del personaje que interpretan.  Cuando está preparado para emitirse, todo el mundo sabe que va a ver algo de ficción, donde lo que hacen o dicen los actores forma parte del guión de una película. Todo está bajo control, revisado y pensado para el entretenimiento. 
  • Cuando te grabas a ti mismo en una situación cotidiana, tu eres el protagonista, pero no estás bajo un guión. Si lo cuelgas en la redes, te expones TU, y queda ahí para la posteridad… Así que piensa muy bien lo que cuelgas, no te dejes llevar por el primer impulso, analiza antes de subir nada: ¿Que imagen da de ti?. Nunca entenderé a las personas que se graban cometiendo delitos, o en situaciones comprometidas… ¿En que piensan? ¿Piensan?
  • Nunca jamás grabes a nadie que no quiere ser grabado, y mucho menos a escondidas. Y por supuesto, nunca  jamás cuelgues grabaciones de otras personas sin su consentimiento.  Añado, nunca jamás reenvíes, retuitees o compartas videos que recibas de otras personas y dañen su reputación. Da igual lo que estén haciendo y si están en la vía pública o en una habitación, además de ser profundamente inmoral contribuir a humillar a una persona, tiene consecuencias legales serias. Así que piénsalo bien.
  • Se prudente y ten pudor. La vida hoy en día por desgracia es un gran hermano, así que ten en  cuenta que lo que hagas en público puede ser grabado y difundido por personas sin escrúpulos. No hay que perder la espontaneidad, pero procura no hacer cosas que te puedan avergonzar. Pásatelo bien, de forma sana.
Internet, redes sociales, smartphones etc, nos facilitan la vida sin duda. Pero al igual que procuramos andar por la vida usando el sentido común, debemos aplicar esta prudencia a las nuevas tecnologías. Es un campo tan amplio, que todo lo que cuelgues, escribas o digas puede volverse contra ti y hacer mucho daño a los demás. Piensa siempre en las posibles consecuencias, se responsable e íntegro.
 Os dejo con un video, que muestra una realidad de la que a veces no somos conscientes. 

Duro pero necesario


viernes, 11 de mayo de 2018

Cuando digo NO me siento LIBRE

El ser humano, por el hecho de vivir en sociedad, está sujeto a  unas normas de convivencia que facilitan y enriquecen las relaciones con los demás.  De una forma natural, a medida que vamos creciendo, desarrollamos la capacidad de intuir lo que es acertado para iniciar y mantener buenas relaciones, y es tan importante esta formación, que cuando se carece de ella, generalmente por un mal aprendizaje, es necesario adquirirla, pues como humanos que somos necesitamos relacionarnos.


Shutterstock

Cuando digo NO me siento LIBRE

Las habilidades sociales engloban muchas destrezas, pero hoy nos vamos a centrar en una que es vital y particularmente difícil para los adolescentes: la capacidad para decir no, actuando de acuerdo a los propios principios, respetando y haciéndose respetar.  En la adolescencia se consolidan los amigos, y para conseguirlo muchos aceptan participar en cosas que saben con certeza que es arriesgado, incorrecto y perjudicial para uno mismo y a veces también para los demás. Obviamente es una forma equivocada de intentar conseguir la inclusión, porque además de tener  consecuencias destructivas para la persona, físicas y psicológicas,  se pretende ser aceptado  en un grupo dando una imagen irreal de uno mismo. Por el contrario, ser auténtico es la mejor forma de ganarse un sitio en el  grupo, y ello implica hacer lo que consideras correcto en cada momento, independientemente de lo que opinen los demás  que, por otro lado, no siempre es lo que parece…  Cuando en un grupo se inicia una conducta inadecuada, ten por seguro que  todos saben que está mal.  Siempre hay algunos que impulsan,  otros que los siguen y otros que observan, pero  todos saben la envergadura de lo  que están haciendo, y al final, todos acaban metidos en el mismo saco. 

¿Por qué hay personas que intentan convencer a otros de realizar algo incorrecto? 

La razón, generalmente, es que esas personas ya están metidas en el hoyo, y se sienten mal.  De forma muchas veces inconsciente, siguen la siguiente lógica: Yo me encuentro mal, pero no soy capaz de salir, así que intento normalizarlo. Si consigo que mis amigos me sigan, llego a la siguiente conclusión: si todos lo hacen, no será tan malo… Gran error: Un acto no es bueno o malo por el número de personas que lo hagan, sino por las consecuencias que tengan para uno mismo  y para los demás. Así mismo, hay actos buenos y malos intrínsecamente, que no admiten interpretaciones.

 Cuando una persona manipuladora quiere conseguir algo, utiliza estrategias que le han servido en otras ocasiones, que van más allá de una simple insistencia. Así llegan a desafiar, adular, amenazar, recompensar, ridiculizar e incluso engañar con tal de arrastrar al otro. Afirmaciones  como estas te tienen que poner en alerta: “Si quieres ser parte del grupo tienes que…”, “Con lo divertido que tu eres no me creo que te rajes ahora”, “A que no te atreves a…”, “Tienes miedo”, “Eres un raro” o “ Es imposible que te pase nada, confía en mí”.

Aun teniendo esta información, es comprensible que  te cueste decir NO, entre otra cosas  porque te puede parecer violento o incluso de mal gusto cuando todo el grupo está de acuerdo. No te preocupes, es normal, a los adultos también nos cuesta decir no en ocasiones. Vamos a ver que para mantenerte firme y hacer solo lo que te parezca correcto, no hace falta montar un número. A veces magnificamos lo que creemos que va a pasar, y pensamos que las consecuencias van a ser nefastas, y  ello nos acobarda. Pero cuando uno habla claro y con respeto,  generalmente la respuesta de los demás es pacífica. Lo importante es no perder la calma, y manifestar tu intención con cortesía: 

  • Dí simplemente NO: “Gracias pero no”, No me apetece”
  • Contesta como un disco rallado: Ante la insistencia, se puede optar por repetir que no de diferentes maneras pero con el mismo mensaje, al final el otro desistirá por puro cansancio: “ya… pero no lo haré”, “te escucho… pero no”, “lo siento pero no lo voy a hacer”
  • Ofrece alternativas: “En lugar de esto podríamos hacer …”
  • Da la razón sin entrar en confrontaciones: “ puede que tengas razón, pero yo no quiero hacerlo”, “te creo, pero no me apetece”.
  • Utiliza la comparación Para ti/ para mi: “Para ti será divertido, pero para mi es un riesgo que no quiero correr”, “para ti seré aburrido, pero yo me divierto más de otras maneras”.

La realidad es que si te atreves a decir “yo no”, y te mantienes, en poco tiempo tendrás quien te siga, y habrás sido capaz de ir a contracorriente y a favor de ti mismo. Además si defiendes tu postura con  educación  serás respetado por la mayoría, pues tener las ideas claras y actuar en consecuencia,  es más atractivo que ser maleable. Por supuesto cuenta  con que siempre habrá quien no te acepte, pero tienes la opción de seguir tu rumbo por otro camino y tomártelo con tranquilidad y humor, como el pensador indio Ghandi…

Cuando Ghandi estudiaba Derecho en la University College de Londres, un profesor de apellido Peters le tenía gran animadversión, por lo que eran muy comunes sus desencuentros. Un día el profesor Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad, cuando Ghandi se sentó con su bandeja a su lado. El profesor, altanero, le dijo: -“Señor Gandhi usted no entiende...Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos”. A lo que Gandhi contestó sin inmutarse: -“Esté usted tranquilo profesor, que despliego mis alas y me voy volando “.. 


*Bibliografia: Fundación Adana, "experto en TDAH, Trastornos del aprendizaje y Trastornos de Conducta"













jueves, 5 de abril de 2018

Fomentar la paciencia en tiempos de inmediatez

Cuenta una leyenda japonesa, que un agricultor plantó una semilla de bambú. La abonó y la regó diariamente, pero durante mucho tiempo no pasó nada. En realidad, no pasó nada con la planta durante los primeros siete años, hasta el punto de que, un cultivador inexperto habría abandonado la planta, convencido de haber comprado semillas en mal estado. Sin embargo, él esperó y esperó, porque sabía que el cultivo del bambú requiere paciencia. Al  séptimo año empezó a crecer, y  en sólo seis semanas la planta de bambú alcanzó más de 30 metros. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú genera un complejo sistema de raíces que le permite sostener la enorme planta que está por nacer...
Si el agricultor la hubiera dejado de cuidar,
 nunca la habría visto florecer. 

Shutterstock

La Paciencia es una cualidad con unas connotaciones esenciales para el bienestar emocional de cualquier persona. De hecho la falta de paciencia provoca inquietud, desesperación y en última instancia estrés, que sostenido en el tiempo,  puede convertirse en patológico. Pero los tiempos que corren no fomentan precisamente esta virtud, pues hoy en día la inmediatez prima y por tanto la tolerancia a la frustración ha bajado notablemente. Pensemos simplemente en como han cambiado los tiempos en la comunicación: Hasta hace no mucho, si queríamos localizar a alguien, lo llamábamos al teléfonos fijo, si no estaba en casa, dejábamos recado y esperábamos llamada de vuelta.  Hoy en día si quieres contactar con alguien, lo llamas a su móvil, y si no te contesta, le mandas un whatsapp, o al revés.  Así que tu interlocutor recibirá  al instante tu o tus mensajes, así como el aviso de llamada perdida (de todas las que hayas hecho…), por lo que en poco tiempo recibirás respuesta, y en caso contrario… pensarás que algo raro ha pasado.

 Hemos ganado efectividad al mismo tiempo que hemos perdido paciencia

Nos hemos acostumbrado a un nivel de inmediatez tal, que la espera nos produce ansiedad…y ello afecta a todos los niveles de nuestra vida, desde la educación de nuestros hijos, hasta nuestra vida laboral. A veces se nos olvida que, para lograr muchos de nuestros objetivos, se requiere tiempo y perseverancia. De esta forma lo conseguido no será  fugaz,  sino permanente en el tiempo. 
El peligro del ritmo que llevamos, es que es altamente “contagioso”, sobre todo para los que dependen directamente de nuestras acciones y reacciones: NUESTROS HIJOS.  En muchas casas a lo largo del día se oye continuamente: corre, vamos, deprisa, ahora mismo, termina etc… generándose un ambiente acelerado que no favorece que nuestros hijos aprendan a hacer las cosas con sosiego y a esperar pacientemente. 

  • Los niños cuando nacen no tienen sentido del tiempo, cuando quieren algo lo quieren ya, e insisten llorando o gritando hasta que lo consiguen. Sin embargo si nosotros como padres satisfacemos todo de inmediato, ellos no aprenden a esperar. La recomendación es atenderles con tranquilidad cuando son bebés, y cuando ya nos comprenden, ponerles un tiempo de espera acorde con la edad y la situación : Te lo daré cuando termine de hablar por teléfono. 
  • A medida que crecen, aparecen deseos de cosas materiales. Es poco aconsejable que los niños consigan lo que quieren en el momento que lo quieren. Es positivo tener en cuenta las fechas importantes que se acercan, o ponerles metas para conseguirlo: su cumpleaños, los Reyes Magos, conseguir tener tu cuarto ordenado durante un determinado tiempo,  terminar de leer un libro… Además de valorar muchos más las cosas que reciben, aprenderán a esperar.
  • Hay actividades atractivas para los niños que requieren paciencia y calma para conseguir un buen resultado: la pesca, la costura, la pintura, instrumentos musicales, deportes… Solo con perseverancia se consiguen objetivos, fomentémoslo.

Merece la pena una reflexión sobre nuestro estilo de vida. 

En muchas familias los días de la semana están totalmente planeados de principio a fin, incluidos lo fines de semana. Ello necesariamente origina rigidez y prisas, porque hay que llegar a todo. Hay una pregunta que nos  debemos hacer: ¿que pasaría si quitáramos una actividad de la agenda de nuestros hijos? ¿y si la quitamos de la nuestra? No sorprenderemos al comprobar que NO PASA NADA,  por el contrario ganamos todos en flexibilidad, con lo que  ello conlleva.
Poner en práctica conscientemente actitudes que ayuden a fomentar la paciencia en el hogar es necesario, ya que a lo largo de la vida aparecerán situaciones que requerirán espera obligatoria. Hay muchas cosas que no dependen de nosotros, y debemos estar preparados para afrontarlas con la máximo paz posible, y la impaciencia es enemiga del paz.

“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia  la debilidad del fuerte”
                                                                                                  Inmanuel Kant


miércoles, 21 de febrero de 2018

Lo que tienes que saber antes de seguir a un INFLUENCER.

Hace unos meses, leí en El Mundo, el relato de una persona que tenía una cita para comer con una seguidísima influencer. Contaba como su acompañante, que  no probó bocado en ningún momento, a una hora determinada, fue al baño, se retocó el maquillaje, y volvió a la mesa para hacerse un selfie delante de un plato con una comida exquisita, que ni siquiera había degustado. Acto seguido  colgó la fotografía en instagram a la hora que, según sus estadísticas, podía conseguir más likes. 

Shutterstock




Siempre ha habido mitómanos, personas que se dejan embelesar por algún personaje famoso y que siguen toda su trayectoria, especialmente la personal. Hasta hace poco, conseguían conocer detalles de su vida de cuando en cuando, a través de revistas o programas de televisión, y el resto se lo imaginaban y se montaban su propia historia sobre el personaje, que pocas veces coincidía con la realidad. 
En los últimos años, de la mano del gran avance tecnológico, han entrado en escena otro tipo de personajes, que se hacen famosos colgando en las redes sociales sus estilismo, gustos, viajes, opiniones e incluso sus sentimientos. Los jóvenes, especialmente los adolescentes, se identifican con ellos, porque tienen una edad parecida, y porque  tienen la posibilidad de seguir su vida “privada” día a día. Las marcas han captado este filón, y los contratan para que publiciten sus productos, así que,  lo que empezó como un pasatiempos, se ha convertido en una nueva profesión: LOS INFLUENCERS.

Lo que tienes que saber antes de seguir a un influencer

  • Para empezar ten claro que es un NEGOCIO. Es su trabajo y por tanto cobran por ello: las marcas les pagan para que se pongan sus ropas, se fotografíen con sus productos y coman en sus restaurantes. Si no tienes este punto claro, no tienes madurez suficiente para ser un “follower”. Corres el riesgo de considerar al influencer tu amigo, cuando es una pura relación comercial.
  • Nada de lo que cuelgan es casual. Cualquier foto o video que te parezca super natural, está previamente planeado y repetido hasta que se consigue el resultado deseado, o hasta obtener el visto bueno de la marca que les contrata. Además la mayoría de las fotos están retocadas y mejoradas.
  • En muchas ocasiones, posan con ropa que no les gusta, o se fotografían con comida que no prueban  y en discotecas que solo  han pisado para la foto. Hazte a la idea de que estás viendo un anuncio en la televisión, pues el objetivo es el mismo, aunque el formato es diferente, para hacerlo mucho más cercano a ti.
  • La vida de los influencers no es la que te muestran a través de las redes. Nadie tiene una vida perfecta, estable y feliz en todo momento. Todos tenemos días buenos, regulares y malos. ¿Colgarías una foto tuya en la que salieras sola en una fiesta, sin amigos? Pues imagínate ellos…¿Que marca va a contratar a una persona triste para que promocione su producto? No te olvides que son personas como todas, tambien como tu. 
  • Y visto esto, ten criterio para elegir a quien sigues a través de la redes. Se fiel a tu forma de pensar y de actuar y libérate de la influencia de personas que en apariencia tienen una vida maravillosa. Una cosa es que te sirvan de inspiración para definir tu forma de vestir, y otra muy diferente es que te sirvan de modelo de vida…Te falta mucha información sobre sus vidas como para que te sirvan de ejemplo, las redes son solo un escaparate,  y tu ¿que pondrías en tu escaparate?

Y terminamos con una reflexión para los padres: no demonicemos  todo lo nuevo. Indaguemos, de esta forma podremos hablar con nuestros hijos con conocimiento de causa. Internet está ahí, y aporta mucho bueno si se sabe seleccionar. Hay influencers de todo tipo, desde los más frívolos, hasta los  que reivindican la imperfección, y no tienen problema en fotografiarse recién levantados. Los hay que promocionan viajes muy interesantes,  o que promueven causas solidarias , hasta el Papa Francisco tiene cuenta en Twitter.  Vivamos el S. XXI y dejemos atrás el XX, es obvio que son tiempos diferentes.  

Aprendamos nosotros y ayudemos a nuestros hijos a manejarse bien en la red,

  internet ha llegado para quedarse.

miércoles, 31 de enero de 2018

Buscadores de fallos.



Es improbable que nos guste TODO lo que tenemos que hacer a lo largo del día, complicado que nos agrade TODO lo que nos rodea, e imposible que nos complazca TODO lo que hacen, dicen o piensan los demás. Es positivo observar y evaluar con intención de mejorar, sin embargo, hay personas que son tan, tan observadores y tan, tan críticas, que solo encuentran defectos. Está claro que si nos proponemos encontrar fallos en cada momento, con toda seguridad los encontraremos con facilidad, pues nada es perfecto. Es más, si ponemos mucho empeño, conseguiremos, no solo verlos nosotros, sino transmitirlo a los demás e incluso convencerlos de que todo es un desastre, seremos BUSCADORES DE FALLOS 


Shutterstock




Convivir con un buscador de fallos profesional es agotador: te quita energía y hasta motivación, nada de lo que hagas le parece acertado, siempre hay un pero, todo lo que le rodea  está mal hecho, incorrecto y cutre…Y claro, eso a diario es insano, no hay quien lo aguante, y tiene consecuencias en todos los ámbitos de la vida. Pensemos en nuestros compañeros de trabajo:  seguro que identificamos alguna persona que todo el tiempo se queja a quien le quiera escuchar y en cualquier lugar,  a la que todas las iniciativas le parecen poco útiles, poco válidas e incluso absurdas, que desprecia voluntaria o involuntariamente el trabajo de los demás y sin embargo no aporta nuevas alternativas o vías de mejora. Son personas peligrosas para cualquier organización, porque son capaces de acabar con cualquier ambiente de trabajo y de convivencia, se convierten en personas non gratas. 
El adolescente es por definición “discrepante”, lo cual no es sinónimo de "negativo". Simplemente empiezan a tener opiniones diferentes a las nuestras y quieren hacérnoslo saber, a veces con mucha insistencia … Se puede discrepar y a la vez mirar la vida con ojos constructivos, y ese debe ser nuestro objetivo. Queremos que se expresen, aporten y mejoren lo que puedan, pero sin convertirse en adultos agrios.


  • Empecemos por analizarnos nosotros mismos: los padres. La personalidad se van forjando a lo largo de los años, sobre una base genética y un aprendizaje diario, a través de experiencias e imitación de referentes. ¿Como analizamos nosotros la vida? La negatividad generalmente esconde años de ansiedad, de descontento con la propia vida, de cansancio, de miedo al cambio e incluso de inseguridad. Inconscientemente nos sumergimos en el “lado oscuro”, y nuestras  valoraciones y comentarios nos delatan. Un niño que vive inmerso en un ambiente de continua disconformidad, será, muy probablemente, un adolescente y un adulto disgustado con la vida. 
  • Cuidemos por tanto nuestros comentarios y actitudes. Tengamos presente que nuestros hijos no pueden estar continuamente oyendo lo mal educado que es su amigo, lo malo que es el profesor, lo fea que es la casa del vecino, lo mal que trabaja la cajera del supermercado, la cantidad de defectos que tiene la ropa de todas las tiendas, o lo horrible que está la comida de cualquier restaurante. Si estando con  nuestros hijos, hay algo que nos disgusta y creemos importante transmitirlo, hagámoslo con educación y respeto. Evaluemos lo que es conveniente que nuestros hijos escuchen y lo que no.  
  • Enseñémosles a prestar atención primero a lo positivo siempre. Deben escuchar y valorar a los demás. Se les debe hacer ver que, detrás de todo proyecto, hay un trabajo largo y concienzudo y que haciendo ciertos comentarios a la ligera, pueden tirar por tierra toda la energía y entusiasmo que otros han puesto en una acción. No hace mucho oí a un niño describir los regalos de los Reyes Magos como: “malillos, me esperaba cosas mejores”. Que tristeza tener esa forma de evaluar la realidad desde tan pequeño, ¿no había nada que le gustara?…Pobres Reyes Magos…
  • El colmo de un buscador de fallos es no aceptar críticas, y es algo que suele ir emparejado. Aprender a encajar criticas enriquece y desarrolla la empatía.  Saber lo que sienten los demás y ser capaz de ponerte en su lugar, es algo fundamental para comunicar sin herir. Ayudémosles a observar la vida con objetividad, a comprender que lo que a ellos les parece de una forma, a otras personas les parece de otra. Tienen que  asumir que su punto de vista no siempre es el acertado y por tanto nunca deben sentar cátedra, porque hasta un catedrático tiene que ser humilde. 

Opinar y aportar es muy necesario y enriquecedor, pero todos debemos saber que cualquier aportación que queramos que llegue a buen puerto, tiene que ser hecha con respeto en las palabras, gestos y actitudes. De lo contrario tu interlocutor se pondrá inevitablemente a la defensiva. Empezamos el artículo señalando que si nos empeñamos en encontrar errores, sin duda los encontraremos por todos lados. Pero ¿y si nos empeñamos en encontrar aciertos? Es un ejercicio mucho más sano:  

Nos permitirá  evaluar la realidad desde una posición pacífica, 
y solo es posible CONSTRUIR  desde el  sosiego.