sábado, 7 de diciembre de 2019

Cuando creo que lo sé todo...



Existió una vez un hombre culto, leído, estudiado y muy reconocido. Quiso el azar que se cruzara en su camino un maestro ermitaño, poseedor de profundos conocimientos sobre la  vida, que llamó su atención. Se interesó por su vida y le pidió consejo, al mismo tiempo que hablaba sin parar sobre sus conocimientos, experiencias, teorías y certezas. El maestro ermitaño, observándolo con tranquilidad, le ofreció una taza de té, que el señor culto aceptó, mientras seguía disertando y disertando… Con mucha naturalidad, empezó a servirle el té lentamente y sin parar ,hasta que la taza rebosó. -“¡Pare!, ya no cabe más ¿no lo ve?”- exclamó el culto caballero.-“Efectivamente, ya no cabe más”- respondió el maestro- “Lo mismo ocurre con usted mi querido amigo. Está tan lleno de todas sus ideas acerca de todo, que es imposible que escuche y aprenda nada más, antes tiene que vaciar su taza…

shutterstock

En las relaciones humanas, uno observa como, de manera intencionada o sin intención hay personas inteligentes y cultas, otras no tanto, que tienen un concepto de la vida en general  firme que creen y defienden como único y certero, y por tanto inamovible. Hay quien está poco abierto a opiniones diferentes que puedan hacer tambalear su “verdad absoluta”, y considera la flexibilidad  como una traición a los propios principios, y por tanto se muestra reacio a  atender opiniones diferentes.

Sin embargo la flexibilidad no es una debilidad, muy al contrario, es la valiosa capacidad de contemplar varias  posibilidades y admitir ideas novedosas. En unos casos esa apertura te puede llevar a replantearte tu postura, por qué no, y en otras, a algo que es quizás más valioso: comprender por qué hay personas con posturas totalmente opuestas a las tuyas, que nunca vas a asumir, pero que tienen una razón de ser importante y arraigada en ellos. Nos hace ser más sensibles, respetuosos, humildes y respetados, y en última instancia hace que nuestra postura sea tomada en consideración por un grupo de personas más amplio.

Cuando asumo que sé poco…

Fomentar en nuestros hijos la flexibilidad tanto mental como emocional, les preparará para una vida donde las relaciones sociales cada vez son más diversas y por tanto ricas. Estamos en un mundo cambiante, donde los patrones “de toda la vida” son insuficientes y las personas que se estancan, dándolo todo por sabido, superado e inventado, no solo no evolucionan, sino que se chocan con una realidad que exige adaptarse al cambio. 

  • Debemos enseñarles a escuchar. Es inútil cerrarse a nuevas ideas, a nuevas formas de hacer las cosas. Si algo no está funcionando, habrá que hacerlo de forma diferente, y si funciona, quizás alguien nos está mostrando una forma de mejorar. Hay gente visionaria que se anticipa a los cambios, que presiente por donde van a ir las cosas, y propone nuevas vías, ¿Por que no ponerlas en práctica?

  • Animemos a nuestros hijos a ser curiosos, a cuestionarse las cosas, a ser creativos y emprendedores, si algo sale mal, se rectifica; ensayo y error, los grandes avances se han logrado así a lo largo de la historia. Hoy en día no hay profesiones estáticas, todo está en continuo movimiento y cambio. Hay que  mantenerse al día, tener una mirada amplia.

  • Deben conocer gente dispar. Lo natural es moverse con personas afines, con las que compartes formación, ideas y gustos, pero esto no es óbice para que entables amistad con personas diferentes. En nuestro día a día nos relacionamos con todo tipo de personas, y muchas veces no nos interesamos en como es su vida. Se aprende muchísimo conversando. Animemos a nuestros hijos a abrir su círculo, y démosles ejemplo. 

  • La mayoría somos fieles a un tipo de autores, prensa y medios de comunicación. Nos molesta leer artículos que defienden cosas con las que no estamos de acuerdo, nos enerva. Sin embargo, de vez en cuando es bueno echar un vistazo más allá de nuestros medios afines. Comprobaremos que lo que nosotros vemos clarísimo, hay otros que lo ven oscurísimo, tendremos una visión real de la sociedad de hoy.  Con los adolescentes se puede hacer el ejercicio de comparar la misma noticia en distintos medios, comprenderán que el mundo no es solo lo que ellos viven.


Mientras más  estudiamos,  conversamos y  compartimos, más consciente nos hacemos de lo poco que sabemos, puede producir hasta vértigo. Pero cuando lo asumimos, y comprendemos lo enriquecedor que es tener la oportunidad de pedir opiniones diversas, nos relajamos. Ese es el momento en que hemos conseguido VACIAR NUESTRA TAZA… a partir de ahí solo queda llenarla… y volverla a vaciar… y así una y otra vez…


No hay comentarios: